DE LOS EDITORES: LLAMADA DE ALERTA Destacado
- Escrito por Comunicado de Prensa
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LLAMADA DE ALERTA
El martes 18 de octubre una noticia acaparó la atención nacional. Al menos 21 policías municipales del ayuntamiento de Chiapa de Corzo conformaban una red criminal que se dedicaba al tráfico de personas.
Lo más grave del asunto es que el dirigente de la banda delictiva era Hernán Gómez Grajales, hermano gemelo del entonces alcalde de ese municipio Oscar Gómez Grajales. A partir de ahí se desenredó el hilo de una fétida madeja. A la semana siguiente el alcalde fue separado del cargo por el Congreso del Estado.
Lo expliquemos: El municipio de Chiapa de Corzo, que se ubica a unos 18 kilómetros de la capital Tuxtla Gutiérrez, es paso obligado de los migrantes que entran por las regiones serranas que limitan con Guatemala, y son llevados a través de las represas de la zona centro del estado. Desde Chiapa de Corzo usan la carretera que los conduce al centro del país.
La Secretaría de Seguridad Pública y elementos de la Defensa Nacional tomaron el mando en la policía de Chiapa de Corzo. Pero las pesquisas policiales siguen y, según se ha prometido, llegarán hasta las últimas consecuencias.
Hay un dato alarmante: La Organización Internacional para las Migraciones calcula que al año entran por la frontera sur unos 150 mil migrantes ilegales. A diferencia de lo que sucede con los migrantes que vienen de África o Haití a quienes se les da salvoconductos para continuar su tránsito hacia la frontera norte y de ahí a Estados Unidos, a los centroamericanos se les detiene y deporta a sus países de origen.
Lo que ocurrió en Chiapa de Corzo es extremadamente grave. Más que una noticia espectacular que adornó las páginas rojas de los diarios, a los chiapanecos el caso debe mantenernos alerta sobre el desempeño de todos los cuerpos policíacos de Chiapas, del nivel que se trate.
Hasta ahora vamos muy bien en materia de seguridad. Hay un trabajo eficiente y una vigilancia estricta, con lupa, que da buenos resultados. Ese trabajo no debemos consentir que se relaje y la sociedad tiene qué aguzar sus sentidos para estar atenta.
Imposible permitir que la delincuencia contamine las células policiales de Chiapas.