“Hay una carrera de empresas y gobiernos por crear la vacuna contra el SARS-CoV2, causante del COVID-19, es de alabar que empresarios, con conciencia social, se sumen a esta tarea, impulsados no tanto por la ambición de hacer más dinero, sino por colaborar en la salud comunitaria", señaló a través de un comunicado el obispo emérito de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas.
Sostuvo que a pesar de tanto sufrimiento y de tantas defunciones, todavía hay muchas personas, sobre todo jóvenes, que no le dan importancia a esta pandemia, y no sólo no se protegen al menos con el cubrebocas, sino que se exponen a contagiarse y contagiar a otros, lo que les importa es divertirse, reunirse con más jóvenes y desfogarse sin control.
Monseñor agregó también que existe la incomprensión de algunos pocos católicos que se prestan a no creer también en el virus, pero que la Iglesia ha sido muy responsable en cuidar la salud de la comunidad, y apenas se empiezan a abrir los templos, para ir gradualmente volviendo a la normalidad pastoral.
“La pandemia sigue causando heridas profundas, desenmascarando nuestras vulnerabilidades, son muchos los difuntos, muchísimos los enfermos, en todos los continentes, muchas personas y muchas familias viven un tiempo de incertidumbre, a causa de los problemas socio-económicos, que afectan especialmente a los más pobres”, aseveró.
Arizmendi Esquivel, refirió que la Iglesia no es experta en la prevención o en el cuidado de la pandemia, y tampoco da indicaciones socio-políticas específicas, esta es tarea de los dirigentes políticos y sociales, sin embargo, a lo largo de los siglos, la Iglesia ha desarrollado algunos principios sociales que son fundamentales y que pueden ayudar a ir adelante, para preparar el futuro que necesita el pueblo de México.
“Nuestra tradición social católica puede ayudar a la familia humana a sanar este mundo que sufre de graves enfermedades, es mi deseo reflexionar y trabajar todos juntos, para construir un mundo mejor, lleno de esperanza para las generaciones futuras”, agregó.
Mencionó que el episcopado mexicano ha promovido en todo México, por medio de sus comisiones y dimensiones, diferentes servicios de apoyo a la salud, a la alimentación, al trabajo, todo esto es en beneficio a los mexicanos.
“Tú también, como Iglesia que eres, puedes seguir haciendo algo por los demás, sobre todo por aquellos que más lo necesiten, no te quedes indiferente, como si todo dependiera sólo de los gobiernos; cada quien podemos aportar algo a la sanación integral de la comunidad, a su bienestar físico, moral, familiar, laboral, alimenticio, sanitario, educativo y espiritual”, acotó el prelado.