Pese a la modernidad, se mantiene viva la tradición de los chuntá en Chiapas
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Miles de creyentes católicos salieron a las calles de la colonial Chiapa de Corzo para dar inició a la Fiesta de San Sebastián Mártir, donde los chuntá, hombres vestidos de mujer, con faldas de multicolores y collares recorren con algarabía los distintos barrios de Chiapa de Corzo.
Tradición que cumple 37 años. Gerardo Madrigal Nigenda, uno de los organizadores aseguró que son más de 37 años los que ha perdurado la tradición. “La modernidad había casi extinguido la danza, a los parachicos".
En su casa cerca del Malecón arriban cientos de hombres a arreglarse y vestirse de mujeres para danzar en punto de las 8 de la noche. La luz de los candelabros ilumina el rostro de hombres que se transforman en mujeres vestidos de faldas de cuadros y blusas de mantas y sobre la cabeza llevan ofrenda como flores.
Su rescate ha costado mucho esfuerzo, hoy suman unas diez pandillas en la ciudad, bailan alrededor del pueblo, en recuerdo de que los indígenas no tenían entrada al círculo social.
“Bailan los sones de María de Angulo, en honor a una mujer de España que llegó en tiempos de la colonia a Chiapa de Corzo, en busca de sanación para su hijo, y encontró alivio en las aguas termales del Cumbujuyu”, explicó.
Indicó que existe en la actualidad el zapateado, el jabalí, el torito, entre otras, “en las que expresan alegría y recuerdan el pasado que ha tenido esta ciudad fundada por los españoles. Antes era un pueblo natural y ha cambiado la fisonomía a través de la modernidad”.
Los chuntá son los sirvientes de María de Angulo, simbolizan o representan a los hombres que envió aquella mujer a repartir alimentos a Chiapa de Corzo en la época de hambruna en agradecimiento a la sanación de su hijo.
El 22 de enero, los danzantes en una carreta llevan un personaje que representa a la mujer adinerada y mientras ella reparte frutas, los danzantes, dulces. Las personas que acompañan las comparsas portan canastos mientras consumen licor casero elaborado a base de anís.
El vestuario es la enagua de las abuelas, las tías, las hermanas, las primas, compuesta por la falda, la camisa y el canasto, con una diadema que significa la unión de los barrios, trenzas multicolores, todo elaborado a mano.
El atuendo tiene un costo desde los mil quinientos pesos hasta los tres mil. La elaboración de la falda y camisa lleva tiempo y en razón de eso es su costo.