·         La Profepa rescató a un cocodrilo que pobladores de Acapetahua, pretendían matar, porque presuntamente los había atacado

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) rescató a un cocodrilo que pobladores de Acapetahua, Chiapas, pretendían matar, debido a que presuntamente ha atacado a algunos de ellos.

El ejemplar de Lagarto Real o Cocodrilo de Río (crocodylus acutus), de 3.8 metros de longitud, fue capturado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en el Sistema Lagunario Chantuto Panza Cola, dentro de la Reserva de la Biósfera La Encrucijada.

Tras serle entregado a la Profepa, esta dependencia lo revisó y corroboró que se encontraba en buen estado de salud, por lo que procedió a reubicarlo en la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) “Caimanes y Cocodrilos”, ubicada en el municipio de Tapachula, Chiapas.

La especie crocodylus acutus se encuentra enlistada en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, en la categoría de especie “Sujeta a Protección Especial”.

 El pasado 12 de marzo,  cuatro jóvenes de alrededor de 18 años de edad entraron a la zona de pesca de la Sociedad Cooperativa Los Cerritos, sin conocimiento de los socios de la misma. Los jóvenes estaban pescando cuando un cocodrilo los atacó y se llevó a uno de ellos. Los otros 3 lograron escapar para regresar a la comunidad y pedir auxilio.

Tres días después del ataque, los restos del joven fueron hallados por pobladores y personales especializado.

Asimismo, personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) capturó el ejemplar de cocodrilo (Cocodrylus acutus) que el pasado 12 de marzo causó la muerte de un joven en la zona de pesca de la Sociedad Cooperativa Los Cerritos en Chiapas.

Pese a que lo han solicitados desde semanas atrás, las autoridades no hacen caso a la petición de los habitantes del fraccionamiento “Las Águilas” para desalojar a los invasores de áreas comunes quienes se amparan como militantes de la MOCRI Zapata, organización que además de invadir con el pretexto de una ampliación de la colonia Zapata, también amenaza y agrede a los afectados del lugar.

Sahara Cruz Ruiz, una de las afectadas del Fraccionamiento Las Águilas, expuso que la invasión de estas áreas protegidas es un problema grave, porque no solo explotan la flora y fauna, sino que también el índice delictivo incrementó considerablemente, especialmente en robo a casa habitación.

Los denunciantes agregaron que las personas que han llegado a invadir son de la colonia Emiliano Zapata, aunque digan que no tienen en dónde vivir, ya nadie les cree, porque esa organización Mocri-Cnpa lo que hace es invadir predios privados o reservas federales, estatales o municipales, para posteriormente venderlos, y no descartan que alguna autoridad los proteja como para que digan que a ellos nadie los puede molestar.

Policías desalojaron una zona, pero volvieron a invadir el brazo norte de la reserva, que colinda con el fraccionamiento municipalizado, Las Águilas.

“Llegó un grupo de personas a invadir hace más de un mes, ya lo reportamos con las autoridades competentes, pero hasta ahorita seguimos sin respuestas, los invasores se hacen llamar Mocri-Cnpa, cada vez llegan más, son personas demasiado agresivas, no podemos subir a nuestras azoteas porque se sienten observados y nos avientan piedras, derribaron un muro de piedra construido por la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp), para evitar el acceso, pero aun así lo derribaron, no les importó tumbar árboles para abrir calles”, externó Cruz Ruiz.

Exigen de manera enérgica a las autoridades competentes solucionar de manera inmediata el problema, que actúen y ayuden a resarcir los atropellos, porque hasta el parque de la colonia está invadido, cada vez se vuelven más agresivos y abusivos, además de convertir la zona en insegura, es insalubre, porque no usan baños para sus necesidades fisiológicas, sino al aire libre. 

“Hasta la fecha las autoridades dicen que no nos preocupemos porque le están dando trámite, pero no vemos claro, porque cada vez más hay más invasiones y ahora ya no sólo es en áreas protegidas, sino, ya nuestros predios, con casas de concreto, pienso que entre más larga le den las autoridades más a difícil va a ser desalojarlos después”, concluyeron los denunciantes.

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), en Chiapas, lograron la recuperación de 34 ejemplares de reptiles (cocodrilo y caimán) que estaban siendo sacrificados y ordeñados con el objetivo de aprovechar su sangre, para supuestos usos medicinales y de consumo humano.

El pasado miércoles,  durante la realización de un recorrido de vigilancia,  guarda-parques de la  CONANP y vigilantes comunitarios recibieron el reporte por parte de habitantes de la comunidad de La Palma (municipio de Acapetahua), de un sitio en el que se retenían, sacrificaban y maltrataban a los reptiles.

Al realizar la ubicación del sitio denunciado por los pobladores se encontraron y recuperaron a los animales, la mayoría de ellos especímenes de menor talla, aproximadamente de 1.5 metros y alguno de mayor dimensión,  20 de los ejemplares fueron encontrados sin vida.

La mayoría presentaban condiciones de deshidratación y al parecer llevaban en el sitio más de 48 horas y algunos con mutilaciones de cabezas y colas y 14 ejemplares restantes que se encontraban aún con vida.

Inmediatamente, el equipo interinstitucional procedió a la recuperación, reanimación y liberación de los ejemplares hallados con vida,  mismos que se reintegraron a su hábitat en una zona segura y con las condiciones adecuadas para la sobrevivencia de la especie.

Cabe señalar que en la zona de la costa de Chiapas se ha popularizado el mito de que la sangre de cocodrilo cura enfermedades como la diabetes o el cáncer, e inclusive el VIH. De lo cual no se tiene un dato fidedigno por parte de alguna autoridad calificada en materia de salud, por lo que este factor ha visto comprometida también la intención de captura y cacería de los cocodrilianos en la zona.

El predio donde sucedía el ilícito ambiental en atentado a los reptiles de la Reserva de la Biosfera la Encrucijada, era referido como “El tlacuachero”, sitio vecino a una invasión ocurrida en terrenos nacionales en la que se han venido verificando una serie de ilícitos de este tipo, por parte del grupo invasor.

El día de hoy se está realizando una serie de diligencias por parte de las autoridades ambientales del Gobierno de la República para la disposición final de los restos de los animales sacrificados así como para contar con mayores indicios que permitan identificar a los causantes de esto y fincar las responsabilidades señaladas por Ley.