*Alfredo Pinto Aguilar hace y deshace con los 100 millones de pesos que recibe el ayuntamiento
*Aquí toda la lista de abusos y atropellos que siguen en la impunidad; el pueblo está harto
Guadalupe Pimentel Utrilla es la clásica 'Juanita'. Ella es la alcaldesa constitucional del municipio de Yajalón, aunque en la práctica es el segundo regidor, su esposo Jorge Pinto Aguilar, quien está al frente del Ayuntamiento. Pero eso es solo en apariencia, porque en los hechos quien gobierna el municipio es Alfredo Pinto Aguilar, dos veces presidente municipal de Yajalón.
Alfredo Pinto Aguilar es quien dispone y hace negocio con los más de 100 millones de pesos anuales del presupuesto dispuesto para Yajalón. Él ejecuta la obra pública en el municipio; él renta la maquinaria; él abastece la arena y la grava; y el Ayuntamiento paga la nómina de sus propios trabajadores.
Un botón de muestra: la nueva unidad deportiva construida en el barrio de San Luis es un fraude a la vista. Se construyó con un presupuesto de 25 millones de pesos, y el mismo Alfredo Pinto Aguilar ejecutó la obra.
"Todas las aperturas y revestimientos de caminos rurales, por más de 50 millones de pesos, las cobró Alfredo Pinto Aguilar; y las obras por contrato y precios unitarios también Alfredo Pinto Aguilar cobra la renta mensual de maquinaria y camiones volteo al municipio.
El combustible lo compra con recursos del municipio y también con recursos del municipio pagan la nómina de operadores y choferes de las empresas de Alfredo Pinto. Aguilar."
Alfredo Pinto Aguilar ejecuta toda la obra pública municipal, como el pavimento de calles. Y el concreto hidráulico lo realiza con arena y grava que nunca compra con la Unión de Volqueteros de Yajalón. Alfredo Pinto Aguilar es quien abastece la arena y la grava y Alfredo Pinto Aguilar cobra. Y el cemento, Alfredo Pinto Aguilar lo obtiene por convenio con Marina Trinitaria, A.C., asociación civil cómplice de Alfredo Pinto Aguilar en todas las obras del municipio.
Pero no sólo eso. Alfredo Pinto Aguilar dispuso del nuevo basurero municipal sin contar con los permisos correspondientes de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (SEMAHN) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
La basura que se genera en el municipio de Yajalón se deposita sin tratamiento alguno en un basurero a cielo abierto en terrenos adquiridos a indígenas de la comunidad 'Las Auroras', donde también tiene a sus grupos de choque.
En Yajalón es público que Alfredo Pinto Aguilar entró al Ayuntamiento sin nada en la bolsa, y hoy tiene casas y ranchos en Yajalón, Palenque, Salto de Agua y San Cristóbal de Las Casas; y es dueño de ocho excavadoras, seis retroexcavadoras, dos tractores, cuatro motoniveladoras, ocho camiones volteos, dos tractocamiones y dos camiones plataforma para fletes de maquinaria; seis camionetas de lujo, entre ellas dos Raptor, cuyo costo individual supera los 700 mil pesos.
Solo en vehículos y maquinaria descrita, a Alfredo Pinto Aguilar se le ha valuado un capital superior a los 100 millones de pesos, lo que equivale a un año del presupuesto que se destina al municipio de Yajalón.
Alfredo Pinto Aguilar factura todo a través de un prestanombres, su compadre y mega-contratista, Alí Constantino, quien de licenciado en educación física se convirtió de la noche a la mañana en el gran constructor de la obra municipal en Yajalón.
Alfredo Pinto Aguilar paga sus favores a su hermano Jorge Pinto Aguilar y a su cuñada Guadalupe Pimentel Utrilla con las apariciones públicas en eventos del municipio y en la inauguración de obras, en donde el único orador es el segundo regidor Jorge Pinto Aguilar, porque la presidenta municipal no habla ni una sola palabra, solo corta los listones.
Pero no sólo eso. Alfredo Pinto Aguilar también premia a su hermano Jorge Pinto Aguilar con camionetas, casas y terrenos. Incluyen en esto a sus sobrinos (hijos de la alcaldesa y el segundo regidor), quienes tienen camionetas de lujo del año, y como premio el hijo mayor de este matrimonio, Jorgito Pinto Pimentel, estudiante de ingeniería en la Universidad Salazar, en Tuxtla Gutiérrez, ya goza de unas obritas para que haga su propio capital y se foguee como ingeniero civil.
El pueblo de Yajalón está harto; pero también está convencido que de nada sirve la denuncia pública. Nadie hace nada en Chiapas, y si corren el riesgo de sufrir represalias.
El pueblo se siente indefenso, por la opacidad, la omisión y altísima permisibilidad en Chiapas, y porque su clamor no llega al gobierno federal, de donde proviene el mayor monto del presupuesto.