RUMORES QUE FORTALECEN, POLÍTICOS QUE SE POSICIONAN
- Publicado en Julio Navarro
En la vida hay cosas que son inherentes al ser humano, algunas de ellas son principales tales como el de satisfacer la necesidades físicas, biológicas, de seguridad hasta llegar a la autorrealización como lo señala la pirámide de Maslow, la de administración ya que de una u otra forma todos administramos nuestro dinero, tiempo y personas y la otra que es común y cotidiana entre las personas es el de comunicarnos, ser incluso esparcidor de “chismes” y “rumores que no son cualquier cosa, forman parte del estudio de la “rumorología” enmarcada en el estudio de las ciencias de la comunicación. En el ámbito político, los rumores es una táctica psicológica que puede tener doble efecto, el primero en desgastar la imagen pública del funcionario, o en el segundo de los casos, puede reposicionar, fortalecer y posicionar al político en cuestión. Estos elementos de la comunicación pueden tener varias condicionantes: Primero, Los rumores parten de verdades a medias, de las cuales se puede hacer señalamientos que generan una realidad virtual pero que cae en la ficticio, falso, o verdadero. Segundo, que no exista forma de desacreditarlo objetivamente y de modo contundente, Por tanto, cobra vida en función de la desinformación de un tema. En cuanto sale la verdad y que es incuestionable en cuanto al contenido del rumor, éste desaparece, puesto que si se comprueba su falsedad se convierte en un infundio o mentira y es cuando el político se fortalece. Tercero, el rumor puede ser creíble en la medida que se sustente de manera lógica en hechos conocidos que aportan una dosis de veracidad. Un rumor no se retransmite o no prospera si no es de interés público, el rumor no despierta interés si lo que se dice no coincide con lo que la gente desearía escuchar. Esto viene al caso, ya que la semana pasada se insistió una y otra vez, la salida del Presidente del Congreso del Estado de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar (El diamante negro), para ir a ocupar un cargo público o incluso de regresar a la Secretaría General de Gobierno. Sin embargo, esta predicción en los corrillos políticos no floreció, ya que ERA, es un político que ha sostenido embates, mostrado templanza y por ello, se sostiene como líder de la actual legislatura, mostrando que desde ese lugar es un pilar fuerte, sólido y estratégico para apostarle a la constitucionalidad de nuestro Estado. A Ramírez Aguilar no se le mueve ni un sólo cabello (hasta el momento), ante esos rumores que iban y venían, lo único que pasó es que ERA, en silencio, fue ratificado y lejos de afectar el “run run” de su salida, se fortaleció y posicionó. A quienes soltaron los llamados “borregazos”, sí les afectó en el “sistema digestivo” pero también en su credibilidad. Muchas veces se cree en el rumor, no por su veracidad, sino porque corresponde a una necesidad, tanto de la persona que lo comunica, como quien lo escucha. Cabe destacar que, en nuestro querido estado de Chiapas, los agentes económicos están ávidos de información y muchas veces sobrerreaccionan ante los rumores, sin tomarse la molestia de corroborarlos. Debemos recordar que en el rumor hay muchas veces “una pizca de verdad”, pero en el curso de su transmisión oral se le ha recargado de adornos, obra de la fantasía, que hacen irreconocible al mensaje original y, por lo tanto, difícil de separar del resto. Casi siempre es imposible decir con precisión cuáles son los hechos primarios, ni si tales hechos han ocurrido en algún momento. En conclusión, si este rumor fue “sonante” quiere decir que el Comiteco es de interés para otros grupos políticos del clan local, quiere decir que importa, que su figura pesa y que no es un político improvisado, tiene tablas y sobre todo carisma e identificación con la gente, si a ERA lo ponen en el “ojo” de rumores y “chismorreos” quiere decir que es una pieza importante del ajedrez político estatal que puede ser no dolor sino migraña para quienes aspiren a aparecer en cuadros políticos rumbo al 2018.