La austeridad en el gobierno será bien recibida por la población, pero puede ser usada para que Morena se haga del control político y financiero de los estados.
Tal vez sea un globo sonda, para medir el ambiente, aunque si no hay respuesta enérgica se puede convertir en realidad.
Se propone cerrar delegaciones de las dependencias federales en las entidades y sustituirlas por una sola coordinación estatal de programas de desarrollo en cada estado.
¿Y quiénes serán esos coordinadores?
Dirigentes de Morena, que tendrán en sus manos los programas sociales y de desarrollo en cada entidad federativa.
Morena tendrá un comisario político en cada estado, que dependerá directamente del presidente de la República.
Así se harán del control territorial donde no ganaron las elecciones.
Y aseguran que el próximo gobernador sea el morenista que manden desde Palacio Nacional.
El partido tendrá una centralidad por encima de las instituciones.
¿No que eran demócratas?
“Ellos van a proponer los proyectos a los secretarios de Estado y, en un segundo momento, son quienes van a sugerir los contratos y las licitaciones”, dijo uno de los colaboradores del virtual presidente electo al diario Reforma.
¿Y quiénes van a tener la representación presidencial para manejar en los estados los programas de desarrollo?
Aquí van algunos nombres: en Baja California, Jaime Bonilla, senador electo (fue el que invitó a AMLO al beisbol en San Diego) y exlíder de Morena en la entidad.
En Durango, Enrique Novelo, secretario de Finanzas de Morena.
Guerrero, Amílcar Sandoval, presidente de Morena en el estado.
Jalisco, Carlos Lomelí, excandidato al gobierno del estado, por Morena.
Estado de México, Delfina Gómez, excandidata de Morena al gobierno de esa entidad.
Michoacán, Roberto Pantoja, líder estatal de Morena.
Morelos, Rabindranath Salazar, exprecandidato de Morena al gobierno del estado.
Nayarit, Miguel Ángel Navarro, candidato perdedor de Morena a gobernador de la entidad.
Oaxaca, Nancy Ortiz, presidenta estatal de Morena.
Puebla, Rodrigo Abdalá, exprecandidata de Morena al gobierno poblano.
Tlaxcala, Lorena Cuéllar, excandidata al gobierno de la entidad por el PRD, ahora en Morena.
Yucatán, Joaquín Díaz Mena, excandidato al gobierno del estado, por Morena.
Es decir, en los estados no va a mandar el que eligió la gente, sino el que les envíe el presidente.
Van a gobernar donde no han ganado.
Todas las entidades del país –salvo quizá la Ciudad de México–, tienen un presupuesto integrado en más de 50 por ciento por aportaciones y participaciones del gobierno federal.
Es decir, el Ejecutivo federal tiene cómo tomar las riendas de los estados, si es que quiere. Y ahora quiere, a través del poder centralizado del comisario político.
Todo proyecto tendrá que pasar por el visto bueno de los coordinadores, que tal vez sepan muy poco de las diversas áreas del desarrollo, pero son de Morena y tienen la confianza del presidente.
Como en los viejos países comunistas, el partido tomará el control territorial de la república.
Los coordinadores que mande el presidente podrán hacer todos los amarres y compromisos con los grupos de poder y beneficiarios de obras, para convertirse en los próximos gobernadores de sus respectivos estados.
No habrá que esperar muchos años para ver que Morena se hace del poder en todos los estados del país.
Si es que esta iniciativa pasa, lo que es muy posible