Docentes, administrativos, personal de servicios generales, alumnos y padres de familia de ambos turnos del CETIS 138, ubicado en el libramiento norte oriente de esta capital, exigen la salida del director  “idóneo” del plantel, Sergio Zenón Ayala Rojas.

Lo anterior, debido a arbitrariedades que ha venido cometiendo y poniendo en tela de juicio la credibilidad del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación al enviar personal foráneo que  con toda seguridad reprobó el examen y que desconoce  nuestro contexto y necesidades del alumnado chiapaneco. No es el único director que mandaron a Chiapas de fuera, también los CBTIS 144, 233,169  y CETIS 85 tuvieron un director “idóneo”.

Sin embargo, ninguno de ellos continúa ocupando el cargo en las escuelas, pues todos ellos salieron corridos por las malas finanzas que han ejercido en contra de éstos planteles.

A pesar de ello, se le brindó la oportunidad de trabajar en pro de esta comunidad educativa, pero lejos de sumar trastocó el ambiente escolar  tornándolo en  centro de constantes situaciones de fricción, desgaste emocional, divisionismo, desmotivación, desorganización y agresión para con los padres de familia y personal que ahí labora.

Durante su gestión, tuvo a su disposición 800 mil pesos que dejó  la administración pasada, más 3 millones 960 mil pesos de cuotas de inscripción de 3 semestres que lleva en la administración, haciendo un total  de 4 millones 700 mil pesos; con los cuales invirtió y agotó este recurso únicamente en mantenimiento de los baños del personal docente y en descomponer el estacionamiento del plantel.

Entre las múltiples ilegalidades está también el incremento del costo de la ficha, cuyo precio era de 150 elevándolo a 250 pesos con lo cual ha disminuido considerablemente el número de  aspirantes de nuevo ingreso, su argumento es que “si no lo pueden pagar que se vayan a otra escuela”.

Aumentó también la cuota del comité de padres de familia, de la cual no ha rendido cuentas pues se encuentra en contubernio con la presidenta del comité de padres de familia y el señor Miguel Ángel Olivo Zambrano.

Tampoco se conoce el destino del recurso que le paga la coca cola a la escuela por la venta de refrescos y que asciende a 160 mil pesos. Así también se ha confirmado que Zenón y el Olivo Zambrano han empleado las instalaciones del plantel como centro de convivios y lugar de consumo de bebidas embriagantes.

Por lo anterior, exigimos a las autoridades federales y de la DGETI  una auditoría al plantel e investiguen a profundidad todas las irregularidades que se están cometiendo, pues ya estamos hartos de que Zenon esté saqueando al plantel (¿qué hacen las autoridades  federales ante estas anomalías? que dirá el Doctor  Tuirán, subsecretario de Educación Media Superior de la corrupción de sus directores “idóneos” venidos de la ciudad de México?