Conocer a la mujer que interpreta a la Reata rompió mis prejuicios machistas

Conocí a Ingrid Brans (famosamente conocida como La Reata por su personaje en el programa El Mañanero) mientras nos hacíamos manicure en un salón de belleza de la colonia Roma.

Era diciembre de 2017 y ella grababa un video con su celular para mostrar el minucioso diseño navideño en sus uñas y compartirlo con los 400 mil seguidores que tiene en su cuenta de Instagram.

Junto a nosotras se encontraba una joven modelo paraguaya de 18 años, quien respondía una entrevista vía telefónica para una revista de caballeros.

"Mi dieta es muy rigurosa. No como lácteos, no nada tomo alcohol y prohibido comer azúcar, mucho menos carbohidratos", contestaba enfáticamente a las preguntas de quien estaba del otro lado de la línea.

Mientras tanto, Ingrid susurraba: "¡Qué aburrida vida, yo lo hice un tiempo y es un infierno!"

"¿Qué como me gustan los hombres?", repetía la joven malhumorada, "pues no sé ponle lo que sea... Formales y honestos o cualquier otro lugar común".

Se quejaba una y otra vez del ruido en el salón, proveniente de la música y de las conversaciones entre manicuristas, lo que según decía, le impedía contestar la entrevista acertadamente. Hasta que optó por retirarse groseramente.

Entonces Ingrid y yo nos quedamos platicando sobre la conversación que acabamos de escuchar. "¿Cómo no va a estar de malhumor si no come nada? Necesitas glucosa para que la cabeza te funcione", aseveró la argentina al recordar los años en los que se dedicó al fisioculturismo después de ser teibolera en su natal Buenos Aires.

Brans llegó a vivir a México hace 11 años y se convirtió en un fenómeno televisivo cuando apareció casi desnuda con una máscara junto al conductor Brozo en El Mañanero.

Cuando empecé a platicar con ella no tenía idea de quién era, hasta que me dijo que había hecho un programa con Víctor Trujillo, entonces supuse que era ella: la mujer con un cuerpo escultural que salía cubierta del rostro junto al payaso que daba las noticias.

"Ahora estoy estudiando un diplomado en sexualidad y educación sexual, es muy importante", me dijo.

Para mí esto representaba una total contradicción. ¿Cómo alguien quien utiliza su cuerpo como un único atractivo en pantalla podía ahora buscar "educar" a la gente sobre sexualidad?

No pude aguantarme las ganas y le pregunté lo que genuinamente dudaba sobre su postura: "¿No te parece que usar tu cuerpo de la manera como lo has hecho suma a la objetivización de la mujer?", le dije tranquilamente.

"Desnudarme me empodera", me respondió con una sonrisa, "me senté en las piernas de escritores galardonados, de intelectuales, de políticos. ¿Quién podría poner nerviosa a personas con tanto poder? ¡No cualquier pendeja! Más que reata, habían ovarios. La Reata hacía lo que Brozo no podía hacer: poner nerviosos a los políticos".

Su respuesta me conmovió. Lo que yo repudiaba, y consideraba un ataque al feminismo, ella lo vivía como empoderamiento y liberación.

"Hay una línea muy delgada entre decir: 'Mírenme, soy un cuerpo', a cuando te sientes en libertad de mostrarte. Mostrar en tu pose un alma sin miedo al juicio ajeno. ¿Qué promueves? Sensualidad y libertad o libertinaje y vulgaridad", enfatizó tras mis cuestionamientos.

La Reata ha sido retratada por múltiples publicaciones de caballeros. Fue la portada de Playboy en la edición de colección de los 50 años de la revista. Decenas de fotografías de Ingrid representando a la Virgen de Guadalupe, las Adelitas, cuadros de Diego Rivera se publicaron como celebración del Bicentenario de México, en la que la revista eligió a una argentina que hablaba como española como ícono representativo.

El personaje de La Reata terminó hace más de cinco años, junto con el final del programa matutino. El cuerpo de Ingrid era famoso, pero su rostro desconocido para el público. Alejada de los medios masivos, decidió dar a conocer su cara.

"El que yo haya tenido una máscara a mí me permitió terminar dos licenciaturas en la universidad y ser la madre adoptiva de un niño que hoy tiene 20 años. Esto no lo hubiera podido hacer sin cubrirme el rostro", me relata desde la terraza de su recién inaugurada cafetería El Rincón Mañanero, en el número 113 de la calle Sonora.

Me ofrece un café latte que ella misma prepara en la máquina para después sentarnos en la terraza que da a la calle. Viste unos jeans y una playera gris que deja ver el tatuaje de los tentáculos de un pulpo adornar su hombro y recorrer toda su espalda.

Un mensaje de voz interrumpe nuestra conversación, es el enlace de gobierno de algún político quien le pide participar en una iniciativa. Ella me acerca el celular para escuchar. Después me muestra la campaña que realiza con Rosi Orozco, quien días después de nuestro encuentro la visitó en el El Rincón Mañanero.

Tras su salida del programa y el fin del personaje que la hizo famosa en México, Ingrid se dedicó a hacer campañas de educación sexual, patrocinadas por una marca de condones.

"¿Quién mejor que la Reata para hablar de sexo?", me dice, "empecé a estudiar el diplomado en Sexualidad porque siempre me ha gustado hablar, pero nunca me ha gustado hablar a lo pendejo".

Las redes sociales son el nicho a través del cual puede comunicarse directamente con sus seguidores -la mayoría hombres- sin estar en la pantalla chica.

En su popular cuenta, Ingrid sube fotos desnuda pero tiene una regla: si alguien le falta al respeto publica un screenshoot con la ofensa recibida por ese usuario y lo nombra: "El reatón del día".

"Si quieres hacer algo, hazlo públicamente, no te escondas detrás de un Inbox. La expresión del cuerpo de la mujer no es un cesto que te dice 'aquí tírame tu basura'", afirma.

Ahora los medios la buscan para hablar sobre su nuevo negocio y los cursos de barista que está tomando, de la Reata de Brozo pasó a ser la Reata empresaria.

"Si solo hubiera sido un culo, ¿crees que Marta Lamas sería mi madrina? ¿Si solo hubiera sido un culo tú te piensas que estarías aquí sentada escribiendo sobre mí?", me pregunta.

* Este contenido representa la opinión del autor y no necesariamente la de Prensa Libre Chiapas.