Finalmente sucedió tal y como se esperaba, pese a la resistencia a creer, de parte de muchos que militan en el magisterio, que sus líderes habrían de negociar “para sacarse la rifa del tigre”, pues en Chiapas no les bastó el antecedente de los dos años anteriores cuando también paralizaron actividades desde que tomó posesión del cargo en la sección 7, Adelfo Gómez y su lugarteniente, Pedro Gómez Bahamaca. El resultado ya es público, pues los pocos que pretendieron quedarse en el plantón en la capital chiapaneca, tuvieron que dar el brazo a torcer ante una escena más, llamada “consulta a la base”, para tener que regresar a las aulas, pese a que querían más vacaciones.
El asunto de este paro para concluir en la víspera del 15 de septiembre, tuvo sus trasfondos bien definidos conforme fue pasando el tiempo; nadie puede decirse engañado, salvo padres de familia que su sumaron por inercia, reaccionando en solidaridad al llamado insistente e inteligente de la dirigencia de la CNTE, aprovechando el hartazgo contra el gobierno federal y del estado, sobre todo, por la implacable corrupción que afecta a todos los de a pie, pese a ser parte de ella y de cuyo escenario, ante la distracción por el paro del magisterio no alcanzaron a ver lo que esa cortina de humo les impidió, sobre los incrementos a la luz, gasolina, canasta básica, el dólar y la corrupción, que llevó al desencanto con la propuesta del recorte presupuestal para 2017, sin que resonara el “ grito de guerra”, ni retumbara “el acero a prestad y el bridón”.
Serán más de ¡200 mil millones de pesos! que globalmente le descontarán a los estados, que se antoja llegue a los casi 300 mil millones, dependiendo la fluctuación del precio del petróleo y de estos, nadie reparó por ese futuro presupuestal renco, (patojo, dirían los chiapanecos) cuya cifra es de más de 100 mil millones de pesos que le quitarán al rubro de Educación.
Además, otro impacto fuerte a la población en general se dará en el sector Salud, donde también el recorte será mayor, empezando con que el gobierno federal concentrará la compra de medicamentos en el orden de más de 50 mil millones de pesos, para distribuirlos a los estados, y ejercerlos a través del “Seguro Universal”, cuyo seguro popular ya no permitirá a los gobiernos estatales seguir haciendo pingües negocios en esa área.
Ya no habrá tantos beneficiarios con el hurto y pillaje vil que se venía haciendo en cada entidad, aunque sin duda alguna, los gobernadores se seguirán ingeniando sus propias mañas y le darán la vuelta a la iniciativa de Peña Nieto, pues no tan fácil les podrán cortar las uñas, pese a que en Chiapas se destinó más de 14 mil millones de pesos del seguro popular en los primeros años que lleva Manuel Velasco Coello al frente de este corrompido gobierno del estado y que ahora hace frente a los embates de los reclamos de proveedores del sector salud estatal, por la falta de pago, pese a que tanto funcionarios como proveedores (muchos de estos últimos, sino todos) estuvieron embarrados con la misma inmundicia.
Da para desmenuzar estos temas en comentarios posteriores, que los días irán despejando los nubarrones que dejaron las inconformidades en contra del magisterio y de muchos maestros en contra de sus dirigentes, que digan lo que digan… los chamaquearon.
No obstante, ahora deberán demostrar si su entrega a esa férrea lucha, que hasta presumieron que ya era una “lucha social”, con la participación de los chiapanecos, cuya actividad eran de unos cuantos en relación al número de habitantes o sencillamente de padres de más de un millón de niños y adolescentes, tendrán la oportunidad de sacar la casta en las aulas a partir de este lunes, porque es ahí donde podremos ver la sociedad entera si efectivamente querían una educación gratuita, laica y obligatoria.
Porque para empezar, nunca ha sido gratuita, pues son los maestros quienes en contubernio con algunos padres de familia que se prestan a esos juegos de corrupción, quienes han obligado a los demás a pagar cuotas de inscripción y demás cantidades insultantes, siempre a la alza, para cualquier cosa que se les ocurra, como la presunta “cooperación voluntaria”, a wiwis.
Es ahora cuando deben demostrarlo, que su lucha era tan seria, como serio deberá ser el papel de defender que los padres ahora no desembolsen esas cantidades. Que la inscripción sea gratuita, que no haya más cuotas, pero también deberán los padres exigir que no les cobren y deberán ser solidarios para exigir al gobierno del estado, como principal mediador ante el gobierno federal, para que las escuelas públicas sean equipadas con todo lo necesario y no sean los padres quienes tengan que resolver hasta el pago de agua y luz, sin contar con la aportación hasta para celebrar con mariachis y harto trago embrutecedor el cumpleaños del director y de cada maestro y maestra. Y mucho menos que salgan con el pretexto de que “hasta pagan por trabajar, pagando de su bolsa arreglos o material escolar”.
Y es una demanda que hace insistentemente el presidente del Congreso del Estado, Eduardo Ramírez Aguilar, quien no solo hace el reconocimiento público a los maestros chiapanecos por haber encontrado “una salida política” a la problemática magisterial de Chiapas, sino que además les recuerda que “hoy el magisterio chiapaneco inscribirá su resistencia, pero en un marco diferente, ya desde el salón de clases y eso no solo lo aplaude el Congreso del Estado, sino los padres, madres de familia y la propia ciudadanía”.
Y ese marco diferente al que insta Ramírez Aguilar, no es más que dejar de entorpecer la vida activa de los chiapanecos y dejar de afectar a terceros, principalmente a los padres de familia. Por ello insiste el presidente del Congreso: “nos toca redoblar esfuerzos a todos, autoridades, maestras y maestros, padres y madres de familia, jóvenes y las y los niños de Chiapas, para recuperar el tiempo de clases que no se impartieron durante este proceso”.
Que huelga decir que el tiempo perdido no se podrá recuperar, porque desde el 15 de mayo, mucho tiempo antes de que concluyera el ciclo escolar pasado, no representa el avance con el éxito de “esa negociación política”, pues el ciclo escolar 2016-2017, mientras que en el resto del país, solo en Oaxaca y particularmente en Chiapas, lleva ya casi un mes de retraso.
Más regiones en Chiapas para ZEE, dice Albores.
Pareciera que la panasea para rescatar la economía tan pisoteada con el pillaje y corrupción que ha prevalecido en Chiapas en los últimos 18 años, es la creación de las Zonas Económicas Especiales, que de darse con toda la seriedad con que se ha venido tratando el tema desde el Poder Ejecutivo y Legislativo de la Nación, sería para los chiapanecos haberse sacado el melate.
Y es que el senador por Chiapas, Roberto Albores Gleason, señaló que al considerarse secciones en la región Centro, Altos, Meseta Comiteca y en el Soconusco, como parte de la Zona Económica Especial proyectada para Chiapas, se lograría dispersar los beneficios de esta política económica a la mayoría de chiapanecos.
Albores recibió el respaldo de varios legisladores para establecer el Aeropuerto Ángel Albino Corzo en el municipio de Chiapa de Corzo, el antiguo aeropuerto Llano San Juan en el municipio de Ocozocoautla, el antiguo aeropuerto Corazón de María en el municipio de San Cristóbal de las Casas, y el Aeropuerto Nacional de Comitán, además de Puerto Chiapas en Tapachula, como parte de la Zona Económica Especial.
El senador chiapaneco detalló que de aprobarse la propuesta se lograría impactar a la mitad de los municipios del estado con la instalación de empresas y la generación de empleos bien remunerados.
Sobra decir que ese planteamiento lo hizo antes el Senador, Zoé Robledo Aburto, -perredista por conveniencia-, en el pleno momento de las discusiones de ese proyecto de Peña Nieto ante el Senado de la República. Muchos de sus homólogos y principalmente los priistas, callaron; nadie, ni siquiera los que dicen representar a la circunscripción donde está enclavada Chiapas se solidarizaron para exigir lo que ahora pide solidariamente Albores Gleason. Finalmente, sea quien sea quien lo plantee y lo logre, que deberían ser todos los miembros del Congreso de la Unión y se ejecute para toda la entidad chiapaneca, sería sin duda alguna el cambio hacia el futuro económico de la entidad y sus beneficiarios: los chiapanecos todos.
Ni cómo postergar el circo en Tapachula.
Por cierto, todo indica que el alcalde de Tapachula, Neftalí del Toro Guzmán, espera con oportunismo político que ese proyecto aterrice de inmediato, porque solo se la lleva con pan y circo, sin atender el reclamo de obras que los huacaleros gritan desesperantemente. No los atiende porque no tiene el deseo de hacerlo, pues de lo contrario, esa cantaleta de que “no hay dinero”, ya no tiene justificación, tras el festejo de las fiestas patrias, cuya distracción social le costó no solo los millones de pesos del espectáculo, sino la recepción de seguridad para que el gobernador diera el grito en esa localidad… Dinero hay, lo que no hay es voluntad de atender los reclamos justificados de varios sectores a los que se las ha puesto oídos sordos… ahí está pues… ¡YA!