SÓLO PARA ENTERADOS Por: Húbert Ochoa

Pablo Salazar Mendiguchía no puede dar lecciones de moral. El suyo fue un gobierno represor, de horca y cuchillo que aplicó la sentencia de encierro, destierro o entierro. Así mantuvo a raya a los disidentes y a otros los mandó al ostracismo. Es el caso de Pedro Raúl López Hernández, un robusto abogado que de presidente de la Comisión de Derechos Humanos pasó a prófugo de la justicia. –

(Una noche lluviosa de agosto, amigos de Pedro Raúl, como pudieron, lo acomodaron en la cajuela de un automóvil. Lo sacaron por la selva de Chiapas y lo llevaron a Guatemala. De allá voló a México para burlar la furia salazariana). –

No es exagerado endilgarle el calificativo de cacodemom. El cacodemom es un espíritu siniestro y en la mitología se le dibuja como un basilisco de cuernos, boca grande y risa maligna. Unos más, guardando las proporciones, han comparado a Salazar con Slobodan Milošević, el carnicero de los Balcanes. –

Según organismos defensores de derechos humanos no gubernamentales, en el gobierno de Salazar hubo al menos cien muertos. El Estado oficializó el autoritarismo porque, en su obnubilación, Salazar se consideró a sí mismo un pequeño dios terrenal. Por eso aquella analogía al loco Slobodan. –

Memorable fue la paliza ordenada por Salazar a estudiantes de la normal rural Mactumatzá. – En 2003, tanquetas para disolver guerrillas urbanas y policías fuertemente armados entraron a la Mactumatzá lanzando gases lacrimógenos, golpeando todo lo que hallaron a su paso. Madres de familia que habían ido de visita tampoco escaparon de la brutalidad policíaca. –

Joel David Martínez era un agradable y servicial tipo que trabajaba como chofer de la escuela normal de Tenería que, ésta junto a la Mactumatzá y la Isidro Burgos de Ayotzinapa, son emblemáticas en el normalismo rural y han librado históricas batallas contra el gobierno por su supervivencia. –

Una tarde de agosto de 2003, los muchachos de la Mactumatzá realizaron una marcha que terminó con un mitin frente al despacho de Salazar, en la plancha del zócalo capitalino. Desplegaban intensas jornadas denunciando y protestando contra el abuso del gobernador Salazar y le exigían respeto. –

Alrededor de las nueve de la noche regresaban a su sede cuando el camión es interceptado por un comando armado que se desplazaba en una camioneta pick up. La camioneta se aparejó y desde ella hubo disparos. Una bala dio justo en el cuerpo de Joel y le quitó la vida al instante. –

El gobierno de Salazar se apresuró a decir que los disparos se habían hecho desde dentro del autobús, pero la reconstrucción de los hechos y estudios forenses ajenos a su gobierno, lo desmintieron. –

Caía un aguacero sobre Tuxtla esa lúgubre noche. Pedro Raúl López estaba en la morgue acompañando a los normalistas que esperaban se les entregara el cadáver de Joel David. Desde allí lanzó una condena al crimen y responsabilizó al gobierno de Salazar. A los pocos días salió huyendo de Chiapas. –

23 alumnos y padres de familia fueron mandados al penal de alta seguridad El Amate, revueltos con parricidas, violadores y asesinos seriales. Allí se les sentenció a 100 años de prisión. -

Un joven que iba en el camión me ha dicho, una década después, que el miedo, la confusión y el pánico rodearon el escenario. “No dormíamos tranquilos; o casi ni dormíamos. Teníamos que andar siempre con cautela. Vivimos en zozobra porque éramos rehenes   del abuso”.

AHORA SÍ, HABLE CABRÓN…

El presunto título falso, Stan, la muerte masiva de los neonatos en el hospital K de Comitán; la rabia hacia el magisterio; el desprecio hacia la prensa, la persecución de las voces críticas; la compra del equipo de fútbol Jaguares rodeada de escándalos y la inversión en la construcción del estadio Víctor Manuel Reyna, entre otros, estigmatizaron la gestión de Salazar. –

Al estilo de Victoriano Huerta, con la policía, Salazar avasalló a los otros poderes para imponer a amigos suyos. Lo que al país le costó sangre y revueltas construir (el respeto a la división de poderes), el tirano Salazar lo hizo pedazos en cuatro meses. –

Huerta mandó encarcelar a los senadores en una feroz cacería a los antagonistas. Los menos afortunados, como nuestro paisano Belisario Domínguez, pagaron con su vida su osadía. Y todavía después de arrancarle la lengua, con esa misma lengua Huerta golpeó el rostro de Don Belisario y le dijo: Ahora sí, hable cabrón…

El asalto con la policía al Poder Judicial fue el 24 de marzo de 2001 en un hecho anecdótico y execrable, repulsivo. Salazar hizo lo mismo en el Congreso del Estado en donde no hubo diputados, sino lacayos a su servicio. –

Pablo violó cualquier cantidad de leyes. Podía hacerlo porque, finalmente, es lo que hacen tiranos como él. Es lo que hace, por ejemplo, Bashar al-Asad en Siria.

LA DEUDA

EL déficit que dejó el gobernador impuesto por Salazar es de 40 mil millones de pesos, según estimaciones. Desde diciembre de 2012, los chiapanecos pagamos, cada uno, mil 717.17 pesos al mes. Lo haremos durante más de 30 años. –

Una banda de ladrones y desalmados saqueó el erario. De miserables se convirtieron en millonarios. De vender arroz con leche y tamales en las terminales de autobuses, se volvieron dueños de mansiones en Cancún, Acapulco y hasta en Estados Unidos. –

En contraste, ese sexenio heredó 350 mil pobres más. Qué tal eso.

CONCLUSIÓN

La autoridad moral no se conquista por decreto. Es una simbiosis racional entre el hacer y el ser. Pablo es un licántropo.

¿Puede un ex presidiario darnos lecciones de autoridad moral? Pablo puede ser un buen merolico, porque de hecho es un excelente merolico, es un virtuoso para la charlatanería, el discurso callejero y la engañifa. Es un incendiario. Hasta ahí.

Cuando la mujer es acusada de adulterio, Jesús interviene y recrimina a quienes la apaleaban. “Aquél de ustedes que esté libre de pecados, que arroje la primera piedra”.

Pablo es un pérfido a su doctrina, no obstante que ésta fue su plataforma para asirse del poder. Sin escrúpulos ahora se vuelve aliado de quien él defenestró violentamente en su toma de posesión como gobernador. Y también de quién lo metió a la cárcel por un peculado de 104 millones.

Ese es Pablo Salazar, el ex presidiario 8476.-

NORTES

DESDE las malditas redes sociales ayer por la mañana se difundió el rumor de que al rector Adolfo Antonio Guerra Pérez lo habían renunciado de la UNICACH. ¿Dónde se cocinó ese murmullo? Salió de un grupo de tunantes que despacha en el Toks de plaza del sol. Gracias a la virgen todo fue falso. No es mi cuate el rector, pero nos guste o no, la UNICACH por primera vez tiene un rector de lujo, experimentado, académico, capaz y lúcido, no como aquél ordeñador de vacas. Yo por eso ya no entro al Facebook…AL estilo de la vieja escuela priista, el diputado federal Emilio Salazar Farías resultó un profesional para la verborrea. Es extraordinaria, inigualable, superlativa y hermosa su perorata boletinera. Habla de todo y para todos. A ver cuando nos da recetas de cocina y de cómo se hace el chipilín con bolita. O bien cómo se rellenan de salmón las chicatanas…ES TODO.