La licenciatura en Historia que se imparte en la Facultad de Ciencias Sociales, obtuvo la reacreditación como programa académico de calidad ante el Consejo para la Acreditación de Programas Educativos en Humanidades A.C. (COAPEHUM), para el periodo 2022-2027.

El documento que da fe de este logro fue entregado al rector de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) Carlos Faustino Natarén Nandayapa, por el presidente COAPEHUM, Roberto Hernández Oramas, en el auditorio Che Guevara en las instalaciones de la Facultad de Ciencias Sociales, campus III, en San Cristóbal de Las Casas.

Con esta reacreditación son 12 las que ha recibido la Universidad Autónoma de Chiapas, por lo que Carlos Faustino Natarén Nandayapa, dijo que es de suma importancia que de las 177 universidades que existen en Chiapas solo dos tienen la carrera de Historia por lo que es de suma importancia continuar con la calidad educativa para posicionar a las historiadoras e historiadores del estado de Chiapas.

Por su parte, el director de la Facultad Dr. Orlando Uriel Bravo Argüello, agradeció a los docentes de la carrera de historia, en especial a la licenciada Angélica Meneses Díaz, coordinadora de COAPEHUM y a la doctora Xóchitl Fabiola Poblete Naredo, por su participación fundamental en el proceso de acreditación.

Roberto Hernández Oramas presidente de la COAPEHUM, felicitó a los docentes y directivos de esta magna casa de estudios, por el gran trabajo que realizan pues dijo “esta es una gran tarea y una responsabilidad el formar los futuros profesionales que van a conducir los destinos de la sociedad”.

Janet Hernández /Mitzi Fuentes
El rector de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), apadrinó la generación 2018-2022, la cual lleva su nombre "Dr. Carlos F. Natarén Nandayapa", de la Facultad de Ciencias Sociales Campus III, quien envió un mensaje emotivo a las y los egresados de las carreras de Antropología, Economía y Sociología.

“Créanme estoy muy contento de ser parte de esta celebración, estoy seguro que les va a ir bien, porque sé que van a trabajar, a luchar y a encontrar la manera de salir adelante”, expresó.

Señaló que la Universidad Autónoma de Chiapas ha logrado mantenerse en los niveles de una educación de calidad, así también destacó que lograron inscribirse un aproximado de 30 mil jóvenes a las diferentes carreras que ofrece la máxima casa de estudios.

Por su parte Orlando Uriel Bravo Argüello, director de la Facultad de Ciencias Sociales agradeció al rector Carlos Natarén Nandayapa,  por coadyuvar al buen fin de las actividades académicas y a cada uno de los procesos que esta casa de estudios ha tenido.

"Hoy tenemos el lujo de tenerlo como padrino de la generación 2018-2022, en consideración a su liderazgo ante nuestra universidad la cual ha sido de gran importancia, un padrino que tiene el carácter y la necesidad de servir", externó.

Así también agradeció al claustro docente de la Facultad, por ser la parte medular durante los procesos de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes, hoy egresados, quienes serán dignos representantes en el estado y país.

"Representen con dignidad y orgullo a su Facultad y a la UNACH, así también a su familia, porque son ellos quienes los han impulsado a concluir este proceso, el cual no ha sido fácil por la pandemia, pero no dimos marcha atrás y hoy seguimos más fuertes, muchas felicidades", concluyó.

Finalmente los egresados de las tres carreras agradecieron a maestros y directivos el empeño y dedicación a su formación educativa, afirmando que lo importante es crear lazos de unidad.

En plena pandemia de la Covid19, un grupo de 13 mujeres de la colonia San Isidro Chijilte, municipio de Teopisca, unieron conocimiento ancestral ante la preocupación de inmovilidad y el temor de que la enfermedad las matara en los hospitales.

Durante el 2021 notaron que la enfermedad atacaba a los adultos mayores, hicieron todo lo posible para resguardar la salud de sus familias con lo que tenían a la mano y sabían usar, las plantas medicinales que sus ancestros les enseñaron.

Concepción Cruz Gómez, integrante del grupo  poxantun, cuenta orgullosa por lo logrado “ nuestra farmacia viviente, tiene dos años que empezamos, salió de un proyecto que nos invitaron los ingenieros, después sembramos muchas plantas, para la medicina de nuestra casa, de nuestra colonia, nos está sirviendo de mucho, ahorita ya está todo sembrado, no es que lo vamos a salir a buscar”.

Relataron que del bosque sacaron hojas, raíces y cortezas, las hirvieron y crearon infusiones y vapores para ayudar a las personas enfermas a respirar, lo que motivó a continuar con el proyecto.

Florinda Evarista Hernández Pérez, dijo “ y viendo que estaban dando resultado los tés que estábamos haciendo para nuestra garganta y que sentíamos que nos estaba pasando el aire, pues le seguimos, unas decían esto, otras decían lo combínenos estás hierbas, y nos funcionó”.

Aún están en proceso de cosecha y de consumo local, por lo que sus sueños es comercializarlos a gran escala, “lo ofrecemos aquí en la comunidad con las señoras, las vecinas de la comunidad vienen a preguntar si les vendemos: estafiate, romero y árnica, les vamos vendiendo las bolsitas de 5 pesos”.

Agregó “si nos gustaría llegar más lejos, vender en otras ciudades por cantidades, porque tenemos muchas plantas y si se nos junta se nos van a echar a perder”.

Pero el uso de las plantas medicinales se ha ganado un espacio más allá de la atención del COVID-19. Las mujeres indígenas han empezado a compartir los conocimientos adquiridos y a desarrollar estrategias para promover en las comunidades la creación de farmacias naturales.

Hoy ellas han logrado realizar infusiones para curar infecciones gastrointestinales, bajar las altas temperaturas, jabones, shampoo, jarabes para la tos, pomadas para disminuir dolores musculares, etc.

El sueño de estas mujeres es la instalación de más huertos comunales para reproducir, proteger y compartir plantas medicinales de sus territorios. También crearon un mercado de plantas y una farmacia indígena.

Las productoras y productores del ejido Chijilte  han  caminado de la mano con la asesoría de CONAFOR, ECOS de la tierra AC, Universidad Intercultural de Chiapas y la Universidad Pablo Guardado Chaves, informó Gerardo Molina Chacón, jefe de departamentos de promotoría local de la CONAFORT.

Aldama.- Un joven de 23 años de edad fue ejecutado de un balazo en la comunidad Tabak, se desconoce el calibre utilizado, los hechos se registraron a eso de las 5 de la tarde, informaron las autoridades municipales. 

A pesar de haberse firmado un acuerdo de paz entre Chenalhó y Aldama aún continúan grupos armados en la zona de Santa Martha cazando a habitantes de Aldama, desde el viernes sujetos desconocidos comenzaron a disparar hacia las comunidades de San Pedro Cotzilnam Tabak y coco Aldamavaltik, vivero. 

Este sábado el ataque se intensificó a eso de la una de la tarde con los disparos hacia Tabak, en donde desafortunadamente le quitaron la vida a Filiberto Pérez Pérez de 23 años de edad, quien caminaba muy cerca por la vereda cuando le llegó el balazo en la nuca. 

El joven se encontraba realizando las diligencias para el velorio de su abuelita en Tabak, cuando fue ejecutado, se sospecha que su agresor estaba a unos 350 metros de distancia así lo afirmó Adolfo López Gómez presidente tradicional de Aldama 

Habitantes de Tabak y de comunidades afectadas quienes pidieron omitir su nombre por seguridad, pidieron al gobierno federal un alto a las ejecuciones y al de desarme de los grupos de corte paramilitar en Chenalhó, "urge la intervención de la Guardia Nacional ya que a pesar de la instalación del destacamento de policías y militares no detuvieron las agresiones".