Acontecer Político/Jorge Pinto
La lucha justa de los Pueblos Indígenas, lucha por sus derechos, por mejores oportunidades, por espacios políticos y representación en los tres niveles de gobierno, por tener mayores y mejores servicios de salud, alimentación y laborales, son solo unos de los aspectos por los cuales, en respuesta a ello y para la atención de los millones de integrantes de pueblos originarios de México, fue creado en el año de 1948 el Instituto Nacional Indigenista, lo cual dio pie a que este se haya estado transformando conforme pasa el tiempo y que diera paso a lo que hoy conocemos como Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), como un organismo descentralizado no sectorizado a alguna secretaría de Estado que forma parte de la Administración Pública Federal en nuestro país.
Sin embargo al titular de este instituto a nivel federal, el oriundo de Oaxaca, Adelfo Regino Montes, tal parece que no le interesa atender a uno de los estados que históricamente ha permanecido marginado, cuyas comunidades indígenas se encuentran muy distantes de las cabeceras municipales y por ello requieren mayor atención, y que aun cuando el titular del INPI es originario de una etnia oaxaqueña, pareciese que la vida política ya lo absorbió y ha de estar más preocupado por una curul en el 24.
Lo anterior lo comentamos porque desde el fallecimiento de Marina Patricia Jiménez Ramírez, reconocida por su lucha en favor de los pueblos indígenas de Chiapas, quien fuera invitada por el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, para que fuera la titular en Chiapas del INPI, desde hace dos años está importante instancia, de las pocas en el país para dar atención a las demandas de los pueblos originarios, ésta se encuentra acéfala.
La única lectura que se le puede dar a este desdén, es que a Adelfo no le interesa el tema y mantiene acéfala la delegación estatal en Chiapas, aun cuando este sector representa el 26% de la población total, equivalente a 957 mil 255 chiapanecos que se encuentran integrados en uno de los 14 pueblos originarios de la entidad.
La pregunta es, porque no se nombra a un delegado en Chiapas del INPI, porque estando el espacio y presupuesto se mantiene sin titular este importante instituto, más si se trata de un Estado en donde la población indígena es abundante, pero además en donde las culturas vivas son una de las principales riquezas de México.
Claro que es más fácil despachar desde sus oficinas ubicadas en la Ciudad de México y desde allá jalar los hilos para tratar de operar esta instancia en la entidad. Para que nos demos cuenta de que en el organigrama del gobierno federal este Instituto si es importantes, hay 15 Centros Coordinadores de Pueblos Indígenas en Chiapas, pero caso hay tu delegado.
El gobierno de AMLO ya está en el último tercio de su administración, y sin duda alguna en esta última brecha tiene que reforzar esfuerzos, hacer los enroques necesarios para lograr los objetivos de la 4t, sobre todo con los sectores más vulnerables y por lo cual hay un Instituto Federal que tiene que darles atención, pero si su titular en el país está dejando de lado a uno de los estados con mayor representatividad de Pueblos indígenas, es un sinsentido, vamos a ver si a Adelfo no le tocan las golondrinas antes de tiempo, al tiempo…
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