DE LOS EDITORES...
- Publicado en Editorial
Urge acabar con las invasiones
En un operativo policíaco coordinado pues participaron agentes de la Procuraduría de Justicia del Estado, de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y de la Secretaría de Seguridad Pública de Tuxtla Gutiérrez, el jueves de la semana pasada fueron rescatadas 11 hectáreas que forman parte de la reserva de El Cañón del Sumidero y que habían sido invadidas por grupo de vivales que, incluso, ya reclamaban su regularización.
En cumplimiento a la demanda penal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, este jueves a eso de las 07:35 horas, la fuerza pública desalojó el polígono de la reserva Cañón del Sumidero, donde paracaidistas pretendían asentar la colonia Flores Magón, al norte oriente de Tuxtla Gutiérrez.
Las 300 personas que se habían posesionado de esa parte de la reserva natural, encabezadas por Kevin Eliezer Gordillo, fueron sorprendidas debido a que en ese momento no se encontraba nadie, ya que solo en la tarde llegaban para hacer acto de presencia.
Los paracaidistas se habían posesionado a finales de febrero pasado, y algunos de ellos ya poseen casas habitación en las colonias de las inmediaciones San Pedro Progresivo, Paulino Aguilar y Arroyo Blanco.
Sin embargo, quedan pendientes 7 invasiones más que representan al menos 38 hectáreas, independientemente al grave e irreversible daño que se está ocasionando a la reserva de El Sumidero.
La autoridad no sólo debe efectuar el desalojo en el marco del Estado de Derecho. Debe ir más allá, pues atrás de esos actos delincuenciales hay responsables y azuzadores que se ríen de las autoridades y que al rato incurrirán en la misma conducta delictiva.
Gran parte del crecimiento anárquico que ha experimentado Tuxtla Gutiérrez se debe precisamente a las invasiones y a la propiedad ilegal que, al paso del tiempo, la misma autoridad ha legalizado privilegiando un delito.
Se debe actuar con todo el rigor de la ley para frenar las invasiones en Tuxtla y en cualquier otro lado de Chiapas porque, desgraciadamente, el grave problema de este país es la impunidad.