“QUÉDATE EN CASA” ¿CUESTIÓN DE MORAL?
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En un seminario de Investigación que tuve la oportunidad de impartir a un grupo de maestría, surgió de forma repentina el tema de la religión; una alumna dirigiéndose a mí, preguntó ¿qué religión tiene? ¡Ninguna! conteste, no soy creyente (espero no ser satanizado por esto); entonces, ¿usted no tiene valores? Cuestionó; ¿qué entiende usted por valores? Respondí. Los valores tienen que ver con la moral, dijo y ¿qué es la moral? contesté; la moral tiene que ver con lo bueno y lo malo, argumentó ¿qué es lo bueno y qué lo malo? repliqué; lo bueno es lo correctamente bien hecho y lo malo es la contraparte, es decir, todo lo contrario. ¿Qué tiene que ver lo anterior con la frase que se repite una y otra vez por todos los medios de comunicación “QUÉDATE EN CASA”?. A simple vista no hay relación alguna, pero con respecto a la moral, sí.
Para Friedrich Nietzsche “la moral no es más que el instinto gregario que se da en el individuo”, gregario porque es una construcción social, si bien, la concepción es un logro personal, está íntimamente ligado al grupo social al que se perteneces. Etimológicamente “moral” proviene del término latino moris (costumbre), se trata de un conjunto de creencias, costumbres, valores y normas de una persona o de un grupo social que funcionan como guía para obrar, de esta forma, la moral orienta acerca de qué acciones son correctas (buenas) y cuáles incorrectas (malas). Pero, qué es lo bueno y qué es lo malo; pero sobre todo, ¿quién determina lo que es bueno y lo qué no? Nietzsche, propone que el juicio de lo bueno y lo malo depende de la perspectiva de quien lo interpreta, es el individuo quien determina los valores”, pero esta interpretación tiene que ver con el ángulo de mirada de cada sujeto, y a la vez, el ángulo de mirada está totalmente relacionado con el proceso histórico-formativo de cada individuo. Por ejemplo, para muchos el covid-19 no existe, creen que son inventos del gobierno o de organismos internacionales para crear pánico en la población, de ahí que no se resguarden en casa como otros lo pretenden (entre ellos yo); otro grupo quizás sí cree que el virus existe, pero mientras no se contagie un familiar cercano o uno mismo, no importa. ¿Hay una interpretación moral en este último caso?, la respuesta es sí, aunque para algunos resulte un tanto egoísta. Podría decirse entonces que, existe una especie de pluralismo interpretativo que afecta la visión de cada sujeto, en este caso, entre lo que es bueno y lo que es malo.
Volviendo a los cuestionamientos que la alumna me planteó, se puede concluir, que sin importar la religión o las creencias que cada individuo tenga, el ser humano está constantemente tomando decisiones en su vida diaria, y como ya se ha dicho, ELEGIR ENTRE LO BUENO Y LO MALO es una elección personal; aunque en estos tiempos que nos atañe, es fundamental hacer conciencia y siempre, siempre ponernos en los zapatos del otro; es una forma de mostrar nuestro humanismo. Por eso, hoy por hoy, es fundamental “QUEDARNOS EN CASA”.