SÓLO PARA ENTERADOS Por: Húbert Ochoa Destacado
- Escrito por Húbert Ochoa
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· Olvera: El uso y abuso del poder
· Lo que dice el código civil federal
· Moy Grajales no sufre insomnio
Hoy que la diputada del PRI María de Jesús Olvera Mejía ha iniciado una feroz cacería en contra de la prensa chiapaneca amparada en el fuero que detenta como legisladora, es inaplazable que se impulse la desaparición de esa prerrogativa constitucional que gozan algunos servidores públicos, tal es el caso de los diputados.
Más allá del carácter irascible de la señora Olvera y cuyos escándalos políticos han trascendido su privacidad, aquí el análisis se centra en el abuso de poder.
Ella dice que ha demandado al reportero Silvano Bautista Ibarias (por la friolera de 5 millones de pesos) en calidad de ciudadana, pero eso es imposible porque al menos por tres años no puede despojarse del ropaje de diputado, esa figura que -como ella- muchos la han usado para el libertinaje político y las connivencias.
La demanda por daño moral que Olvera le inició al modesto y aguerrido reportero Silvano Bautista es a todas luces alevosa y premeditada. Es un acto infame, burdo, irracional, absurdo, que atenta abiertamente contra las libertades de prensa y de expresión que son derechos humanos universales consagrados en leyes nacionales e internacionales.
Tal demanda ya es conocida por la opinión pública y a estas alturas ha llegado a manos del secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque el gremio periodístico de Chiapas, ofendido ante tan brutal agravio, no se ha quedado de brazos cruzados.
Se observa que, independientemente de lo que dicta la jurisprudencia, la señora Olvera está obnubilada por el coraje debido a que el reportero del diario de Chiapas le desveló un presunto historial delictivo publicando al menos ocho averiguaciones previas que extrañamente están engavetadas en algún juzgado del Poder Judicial de Chiapas.
Vaya, la señora no niega que tiene tan voluminoso expediente judicial. Ella se ha indignado porque el asunto debió quedar en lo oscurito, en la putrefacción de las letrinas de la complicidad como permanecía hasta antes de que el periodista Silvano divulgara los expedientes con números y fechas.
Artículo 1916 del código civil federal. Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre en sus sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y aspectos físicos, o bien en la consideración que de sí misma tienen los demás. Se presumirá que hubo daño moral cuando se vulnere o menoscabe ilegítimamente la libertad o la integridad física o psíquica de las personas.
El monto de la indemnización lo determinará el Juez tomando en cuenta los derechos lesionados, el grado de responsabilidad, la situación económica del responsable, y la de la víctima, así como las demás circunstancias del caso.
ERROR DE CÁLCULO
La señora y sus asesores tuvieron un error de cálculo y deberán someterse a las consecuencias legales. El Derecho es axiomático. Mejía está a punto de perder la inmunidad y ha sido exhibida en su verdadera faceta: una funcionaria abusiva, lépera, truculenta, mafiosa, represora y carente de deontología.
El 6 de junio el diputado Carlos Penagos Vargas, presidente del Congreso local, presentó una iniciativa para la desaparición del fuero. Fue un acto republicado y juarista aplaudido por los chiapanecos porque, así, se dará un gran paso a la legalidad fortaleciendo la igualdad en la impartición y administración de la justicia.
La propuesta del diputado Vargas debe caminar de manera urgente. Los funcionarios, todos sin excepción, son empleados del pueblo y como tal están obligados a servir con sencillez, eficiencia, objetividad y sentido de responsabilidad.
Debe recordárseles pues que son criados de la sociedad y no feudales ni faraones. Ya no vivimos en la Edad Media y tiene que demostrarse que en Chiapas el Estado de Derecho es una realidad y no una utopía o frase retórica para adornar discursos domingueros.
En Chiapas llegamos al hartazgo soportando a individuos como la señora Olvera Mejía. Ya basta, ese es clamor no sólo de la prensa que vive ahora una embestida troglodita que pone a prueba su fortaleza y su unidad, sino de los chiapanecos en general que por mucho tiempo han aguantado con estoicismo atropellos e impunidad.
Sí, fuera el fuero.
TRES PUNTOS PARA LA REFLEXIÓN. -
1.- Artículo 1916 bis del código civil federal: No estará obligado a la reparación del daño moral quien ejerza sus derechos de opinión, crítica, expresión e información, en los términos y con las limitaciones de los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Silvano no escudriñó la vida privada de la funcionaria Olvera. Como periodista crítico, acucioso e indagador, sólo ejerció su derecho de informar, aunque, como se ve, puso el dedo en una llaga purulenta y fétida lastimando intereses caciquiles que por largo tiempo permanecieron intocados.
2.- La reputación está asociada al prestigio y se cosecha con una conducta decente o con el decoro con que uno despliega cualquier actividad. Para que te desprestigien, primero debes tener prestigio. Así de simple y práctico.
3.- El efecto bumerang será el colofón de esta historia de abuso e impunidad. Y lo será porque la ley no puede torcerse para satisfacer caprichosos personales. La justicia tendrá que prevalecer siempre por encima del autoritarismo o de las componendas porque, de lo contrario, sucumbiríamos en el caos y se haría trizas el Estado de Derecho.
El asalto que sufrió Excélsior en 1976, los más de 200 asesinatos de periodistas del año 2000 a la fecha y ahora el marrullero, planeado y cobarde golpe a las libertades de prensa y de expresión en Chiapas provenientes de una diputada bribona, una cacique medieval y nefasta, confirman que el periodismo es en efecto una profesión de alto riesgo.
Pero sin duda la más apasionante y temeraria que hayamos escogido. Y si otra vida habremos de tener, la misma profesión escogeríamos para enfrentar con coraje y valentía los embates de quienes se sienten dioses terrenales como la diputada Olvera.
NORTES
A MOISÉS Grajales Monterrosa ya lo destaparon en una lista de prospectos (no aspirante, porque él no aspira) para la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez. El popular Moy no se deja llevar por el canto de las sirenas y esa publicación, que se da en el fango de las redes sociales, no le ha producido insomnio. Así de serio y completo es el secretario de seguridad pública de Tuxtla Gutiérrez cuya encomienda, ni más ni menos, es que usted que me lee y yo durmamos tranquilos…ES TODO.