SÓLO PARA ENTERADOS Destacado
- Escrito por Húbert Ochoa
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· PABLO, EL GENOCIDA
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· ¿EN QUÉ ANDA METIDO GUIRAO?
Probablemente la etimología de la palabra genocidio no coincide literalmente con la tragedia ocurrida en la Costa, Sierra y Soconusco de Chiapas el 5 de octubre de 2005. Sin embargo, su término en griego significa familia, tribu o raza y tiene conexión con un hecho inhumano contra la población civil; persecución por motivos religiosos o políticos o cualquier crimen contra la paz.
Pablo Salazar Mendiguchía es un genocida. Y no es descabellada la analogía que guarda con Slobodan Milošević porque, al igual que el perturbado carnicero de los Balcanes, Salazar persiguió al pueblo y lo lastimó física y moralmente; saqueó las arcas y, en el éxtasis de su enajenación, se refociló con el sufrimiento de las familias chiapanecas.
Hiérele de tal manera que no se dé cuenta de que muere, decía el loco Calígula cuando sus secuaces atormentaban a los adversarios políticos.
Si bien los embates de la naturaleza son impredecibles, lo acaecido en esa región de Chiapas aquel infausto octubre de 2005 pudo depreciarse si el gobierno hubiera hecho caso a las advertencias que con oportunidad se le enviaron. Las soslayó y eso generó que el huracán Stan sembrara la muerte y el dolor y enriqueciera a una jauría de coyotes.
¿Es eso un genocidio? Sí lo es. En el caso de Stan (en otros le damos el beneficio de la duda), Salazar no empuñó un arma sobre los miles de víctimas, pero su omisión arrancó sin duda un hecho inhumano que costó muchas vidas, vidas inocentes e indefensas de niños y madres y se trató también de un atentado a la paz y a la gobernabilidad.
LOS HECHOS
A finales de 2005 el huracán Stan golpeó con fuerza inusitada al sureste mexicano, particularmente a Chiapas. Las zonas Soconusco, Costa y Sierra fueron arrasadas por turbulentas aguas.
Después de que Katrina zarandeó al Golfo de México con todo su poderío (categoría 5), Stan se convirtió en días posteriores en un jinete del Apocalipsis porque los incontrolables meandros de las inundaciones y vientos de más de 154 kilómetros por hora desaparecieron centenas de hogares.
Los primeros reportes llegaron a palacio de gobierno el 2 de octubre por la noche. El Centro Nacional de Huracanes y el Servicio Meteorológico Nacional alertaron al gobierno chiapaneco del fenómeno natural que se incubó como una tormenta tropical con carácter inofensivo. Las autoridades locales minimizaron los informes, no obstante que muchas comarcas de la Costa ya se hallaban saturadas de agua hacía más de una semana.
Stan entró a Chiapas con violentas lluvias que provocaron el desastre de la economía regional y, lo más lamentable, la pérdida de vidas humanas. Aquí se cerró ferozmente el círculo de la naturaleza que se abrió en Centroamérica, en donde Stan también dejó una estela de luto, destrucción y miseria.
Pero Stan parió otro fenómeno: el de la rapiña. Tan pronto se propagó la desdicha, organismos internacionales de ayuda humanitaria y la sociedad civil unieron esfuerzos y voluntades para ir en auxilio de las familias damnificadas.
Entonces cobró vigencia la máxima histórica de a río revuelto, ganancia de pescadores. Funcionarios de todos los niveles relacionados en la atención a las comunidades no sólo incurrieron en negligencia al rehuir sus graves responsabilidades, sino además sucumbieron ante la tentación del dinero para cometer una atroz rapacería, cínica y desvergonzada, con los fondos destinados para atender la emergencia y sus sucesivas secuelas.
MONSTRUOSO
El 31 de enero de 2009 el Consejo de Damnificados de Stan anunció haber notificado a la Auditoria Superior de la Federación un monstruoso fraude cometido con los dineros que envió la Federación para reconstruir la faja destruida.
A los fondos que mandó la Federación se sumaron las contribuciones de organizaciones internacionales altruistas que, preocupadas por la magnitud de lo ocurrido y del dolor de las familias, desde el extranjero se dieron a la tarea de recaudar capitales para enviarlos, sin condicionamientos ni restricciones, al gobierno de Salazar.
Hasta hoy, agosto de 2017, todavía no se sabe a dónde fue a parar el millón de dólares aportado por el actor estadounidense Mel Gibson para ayudar a los damnificados.
El luchador social Carlos Tapia Ramírez calcula que el monto de lo defraudado asciende a 14 mil millones de pesos, por eso no quita el dedo del renglón para que a Salazar se le enjuicie penalmente y sea devuelto a la cárcel.
BIBLIA EN MANO
Quienes le conocen desde sus tiempos de predicador de una iglesia adventista del lado sur poniente de la ciudad, en el barrio San Francisco, afirman que Salazar, con enjundiosos discursos sobre la fe y la honestidad lanzados desde el púlpito en las liturgias de cada domingo, evocando El Sermón de la Montaña, promovía entonces un cambio fundamentado en la honradez.
Pero en el fondo de esa imagen bienaventurada y dulce, casi tentada por el Todopoderoso, se hallaba un hombre sanguinario capaz de todo para lograr sus propósitos; un hombre tan infame como Calígula o Nerón. –
Stan fue la segunda mayor incitación al pecado que estimuló a Salazar. Siendo secretario de gobierno en la administración interina de once meses de Javier López Moreno, una gestión absurda y dicharachera, Salazar estuvo bajo sospecha porque, al igual que con Stan, el gobierno federal mandó extraordinarias sumas de dinero para atender el conflicto zapatista, pero a los indígenas sólo les dieron mendrugos.
Salazar y otros funcionarios muy cercanos a López Moreno fueron señalados de atracos a los recursos públicos y de, presuntamente, apoderarse de muchas hectáreas de tierras lo que generó las rabietas del subcomandante Marcos.
Salazar es un genocida. Y si bien la justicia de los hombres no ha concluido sus pesquisas pues el suyo es un expediente abierto, hay otra justicia que jamás se equivoca: esa es la justicia divina.
Nunca un tirano ha tenido un final entre lechos de rosas. Salazar no será la excepción.
NORTES
VAYA, vaya. Que el Comité Nacional del PRI enviará al tristemente célebre José Nelson Murat Kasab como su delegado especial a Chiapas para organizar los trabajos de la renovación de la dirigencia estatal del partido. Qué tal eso. Desde Orlando se siguen moviendo hilos políticos…POR CIERTO: Reapareció en el andamiaje político el ex gobernador Roberto Albores Guillén saludando muy efusivo al dirigente nacional del tricolor Enrique Ochoa Reza, mi primo. Si mal no recuerdo, Don Roberto fue expulsado del PRI por traición. Qué cosas. Dicen que el terreno ya está aplanado… ¿EN qué anda metido el diputado federal Rafael Guirao Aguilar? El fin de semana trascendió el secuestro de su sobrino en Chilón y en cuyo rescate hasta el Ejército intervino. Ese Guirao es genio y figura. Dicen, no me consta, que hasta está detrás de un antro gay que funciona en la zona dorada de Tuxtla (se llama Burlesque) y que, inexplicablemente, las autoridades no clausuran pese a que hay trata de personas y desnudismo explícito de chavitos y chavitas. Ah, qué Guirao…ES TODO.