Solo hay 4 librerías en Tuxtla; chicos prefieren un cel que un libro
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· El factor fundamental es que las personas lean, no importa en donde, empero, esta actividad parece haberse estancado por medio de tabletas y pc’s
“La crisis en la industria editorial, provocada básicamente por el moribundo hábito de la población por leer, ha originado que de 15 librerías que existían en Tuxtla Gutiérrez, hoy queden sólo cuatro”, informó el Julio César Sánchez Esquinca, presidente de la Asociación de Libreros del estado de Chiapas.
“Es importante que a través de la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro, la cual está derogada, las instituciones, tales como la Secretaría de Educación y el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (Coneculta), se hagan responsables y trabajen para revertir esta situación”, remarcó.
Interrogado sobre que causa el desinterés de los legisladores para promocionar esta normatividad, el entrevistado consideró que es debido a su falta de preparación. “No hay representantes populares capaces en la materia y como no es un proyecto social, políticamente no les conviene”, señaló.
Aseguró que hay un marcado desinterés de parte de las autoridades en materia de políticas públicas para fomentar la lectura. “Por ello deseamos poner en la agenda de los legisladores el hábito y fomento a esta actividad, pues la entidad está en el último lugar en el país en cuanto a proceso lector de sus habitantes”.
“El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (Pisa), misma que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), nos colocó en el lugar 107º, de 108 países evaluados, y ello es debido a que no hay programas en materia educativa y cultural para este proceso y actualmente los diputados no toman en cuenta el tema para poder hacer algo”.
El especialista rechazó que uno de los motivos por lo que la población no lea sea el alto precio de los libros. “Hay un estudio de Alejandro Senker, experto del ámbito, el cual asegura que el proceso es más cultural que económico y explica que ello se descubre cuando un bachiller posee un smartphone de alto costo, por lo que podría adquirir un libro que cuesta 50 veces menos”.
Respecto a si la tecnología y el que un cibernauta pueda hallar páginas web de donde pueda “bajar” lecturas y así evitarse conseguir una obra escrita, manifestó estar a favor de la tecnología. “El factor fundamental es que las personas lean, no importa en donde, empero, esta actividad parece haberse estancado por medio de tabletas y pc’s, por lo que fenece poco a poco el hacerlo en un libro”.