Albores Gleason y el PRI soltaron el primer “disparo” en Comitán. En esa ciudad iniciaron campaña. De lo que se dice…

Sin temor a nada, ni a nadie y sin el menor recato o respeto a los tiempos electorales y a las circunstancias de pobreza e incertidumbre socio-política por las que atraviesa el pueblo  chiapaneco, el dirigente nacional y estatal del Partido Revolucionarios Institucional, Enrique Ochoa Reza y Roberto Albores Gleason, llegan a “prender” la chispa de las diferencias y del revanchismo.

Ochoa Reza y Albores Gleason llegan “disparando” sus armas electorales y retando con ello “a los de enfrente” con quienes se traen pleitos cerrados y “a muerte” y quieren demostrarles, de una vez por todas, quien es mayoría en Chiapas.

El “vamos a ganar todas las elecciones aquí en Chiapas” de Enrique Ochoa Reza, no fue otra cosa que un INICIO DE CAMAPAÑA de su partido y quizás del alfil de este ahí a su diestra; Roberto Albores Gleason.

Una y otras vez sonó: “el PRI en Chiapas, hoy más que nunca, está unido y fuerte”, “…es Rojo de Corazón”, “vamos a ganar todas las elecciones”, “…sí o no compañeros”, “…aquí están los diputados federales….aquí están los diputados locales”, “…esta es la fuerza del priísmo chiapaneco…, entre otras consignas.

Estas arengas y el hecho mismo de haber escogido la ciudad de Comitán para efectuar el evento, no son otra cosa que ARENGAS y RETOS claros y directos, no al Partido Verde Ecologista de México en dicha ciudad, si no a los militantes y simpatizantes mismos de este con quienes están confrontados y enfrentados. 

Enrique Ochoa Reza NO SABÍA de eso. Fue Roberto Albores Gleason quien escogió y decidió el lugar. 

Fue Roberto Albores Gleason quien pesó y sopesó realizar el evento en Comitán.

Fue Roberto Albores Gleason quien decidió  arengar y retar a los autores y actores del PVEM, cuyo origen y fortaleza estatal se encuentra precisamente en Comitán.

Fue Roberto Albores Gleason quien quiso dejar en claro que él y nadie más ganará la gubernatura en el 2018.

Fue Roberto Albores Gleason quien fue a retar a los del PVEM en su misma casa.

Fue Roberto Albores Gleason quien jaló el gatillo y tiró el primer balazo.

No podía ser de otra manera. Albores Gleason, como ya lo hemos expuesto en otras ocasiones, proviene de una enseñanza política violenta y virulenta. Fue enseñado a sacar y lanzar ponzoña y rebambarambas sociales  con garrote, si así lo amerita el caso.

“Los Albores” nada han ganado por la vía de la paz o por la vía de la competencia limpia. Todo o parte de sus ascensos políticos, administrativos y personal, lo han obtenido mediante el CHANTAJE socio-político. Amenazan con “soltar los demonios”, con traer a Lucifer, con llenar el estado de azufre, con trabajos satánicos y con sacar otra su “fuerza democrática” (que dé democrática no tuvo nada)  si no les dan esta o aquella candidatura.

Hoy, una vez más, amenazan con guerra si no les dan la candidatura del PRI al gobierno de Chiapas. Quizás se la merezcan, porque no decirlo y reconocerlo. Pero no es con arengas y retos a una ciudadanía comiteca armoniosa, a quien le tapan sus vialidades para un evento priísta, como pueden lograrlo. 

Albores Gleason “ya empezó”. Ya prendió la mecha. Ya dejó entrever que quiere pelea y una pelea cruenta, “sangrienta” y definitiva; de nocaut pues. 

En este tenor, que mejor escenario que Comitán para anunciarse y demostrar sus  “tamaños”. Sólo que ahí estaban hasta los del ejido Pizarrín del municipio de Motozintla, augurando lo contrario de lo que ahí se entonaba. 

Más que el “karma”, cada ser humano cosecha lo que siembra. NUNCA cosechará rosas si ha sembrado espinas. NUNCA cosechará buenas acciones sí ha sembrado odios, divisiones,  revanchismos, rebatingas, sublevaciones  y muerte.

Roberto Albores Gleason, con  garrote, piedras, botellas, tubos y todo lo que podía agarrar su mano, derrumbó, descalabró y derrotó  no sólo a José Antonio Aguilar Bodegas, aquel 2006, si no al PRI en Chiapas. Desde esa fecha, el PRI no ha recuperado la gubernatura chiapaneca.

Roberto Albores Gleason fue quien dividió e hico fracasar al Revolucionario Institucional en aquella ocasión. Y no sólo eso. Vendió y comercializó  a la militancia pirísta con el PRD quien registró como candidato a Juan Sabines Guerrero con quien, Roberto Albores Gleason y su padre, negociaron diversas canonjías políticas y económicas.

Esto último jamás dejaremos de decirlo y repetirlo. Así fue y así es el pasado político de quien ahora viene a ostentarse como el ícono del PRI en Chiapas. 

Albores Gleason es un TRAIDOR al PRI. Y, así como  traicionó y derrotó al “JOSEAN” tapachulteco, así deber ser traicionado hoy. 

Amigo lector, aquella lúgubre y por demás escalofriante sombra de la traición, de la derrota y de la sepultura política  que cayó sobre la persona de José Antonio Aguilar Bodegas en el 2006  por maquinación, operación y ejecución precisamente de Roberto Albores Gleason y su progenitor, se cierne hoy sobre la de por sí enclenque y parca personalidad del “cachorro” de San José”. 

La “guerra” será muy cruenta y ganará el más inteligente. Y “Los Albores” no son inteligentes. Son Guerrilleros socio-políticos. Ya abundaremos. 

De lo que se dice…

…dicen que… Albores Gleason y Roberto Armando Albores Guillén, por varios años “se clavaron” cientos de bolsas o de toneladas de fertilizantes destinados a grupos productivos. Es hasta hoy, específicamente en el municipio de La Trinitaria, cuando lo están repartiendo para hacerse de adeptos con miras a las elecciones del 2018 cuando, el primeros de los aquí citados, habrá de participar como candidato del PRI a la gubernatura de Chiapas.  Las autoridades estatales y federales deben de investigar eso y mucho más. Esto es un secreto a voces en los municipios adyacentes a los ranchos de Albores Guillén. ¿Cómo y bajo qué conceptos o documentos Roberto Albores Gleason obtiene esos fertilizantes? Cómo y bajo qué conceptos o documentos Roberto Albores Gleason hace campaña de proselitismo con esos insumos que deberían de regalarse incondicionalmente a todos los campesinos y no sólo a los del PRI? Ya abundaremos  …dicen que… Carlos Arturo Penagos Vargas, diputado local y actual presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, es uno de los pocos AMIGOS LEALES que tiene Eduardo Ramírez Aguilar, presidente del congreso y dirigente estatal del PVEM. La LEALTAD y la FIRMEZA de Penagos Vargas hacia Ramírez Aguilar va desde un pequeño maratón juntos, un café después de un arduo ajetreo político y un almuerzo, hasta compartir, los empujones, el encierro, el hambre, las faltas de respeto, las heridas, las costillas rotas, el miedo a morir y las  amenazas de muerte.  Si bien es cierto que Carlos Arturo Penagos Vargas inició muy joven en la política, a estas alturas es un político maduro, con conocimiento y decisión propios para decidir por donde y con quien caminar. Por su AMIGO Lalo, estuvo a punto de dar la vida y así lo seguirá haciendo. Por ello, Penagos Vargas es un AMIGO de VERDAD y, no sólo de Eduardo Ramírez, si no de muchos capitalinos y de muchos chiapanecos. Ya abundaremos... He dicho.