Qué desaparezca el IEPC y tome el control el INE Aquí las razones: Destacado
- Escrito por Fredy López Arévalo
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El Instituto Nacional Electoral (INE) debe intervenir en Chiapas. No sólo por la probada parcialidad del árbitro electoral, que lo descalifica per ser el vínculo inocultable del ex gobernador Pablo Salazar Mendiguchía con Oswaldo Chacón Rojas, consejero presidente del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC).
La participación del INE en Chiapas también debe darse por la baja participación electoral o elevado abstencionismo en la entidad. Una tendencia que contrasta con el porcentaje de participación electoral a nivel nacional. Un hecho persistente, elección tras elección, a tal grado que ha llamado la atención de científicos sociales como Willibald Sonnleitner y Juan Pedro Viqueira (Nexos, noviembre 2004).
La baja participación de la ciudadanía en las elecciones es un problema muy, pero muy serio, y el INE no puede quedar al margen.
La participación más alta en Chiapas desde 1994 (año del levantamiento armado indígena comandado por el EZLN) se registró en el 2006. Fue de un 55%. Pero fue una excepción.
En 2003 la participación electoral fue tan sólo de un 31.5%.
Y el abstencionismo en el 2009 fue del 70 por ciento, según documentó CIMAC.
La misma tendencia se observó en los comicios intermedios del 2015. El abstencionismo fue del 53.6%. Hay que sumarle a ello que poco más de 80 mil personas anularon su voto y al fenómeno recurrente en varios municipios de la entidad: las casillas incineradas. Práctica común en Chenalhó, Chamula, Zinacantán, Oxchuc, Ocosingo, Venustiano Carranza, Huehuetán, Tila, Comitán, Salto de Agua y Chiapa de Corzo.
Contrario a otros municipios indígenas, en los que se vota con más entusiasmo. Aquellos donde la población indígena es mayoría, el voto alcanza hasta el 63%, lo que llama la atención de los analistas políticos.
"Un caso sin duda excepcional, pero no por ello menos ilustrativo, es el del pequeño municipio de Santiago el Pinar. Allí la participación alcanzó el 78% en unas elecciones muy reñidas (el PRI ganó con 39%, seguido de la Alianza PAN-PT que obtuvo 36% y del PRD que alcanzó el 24%)", anotan Willibald Sonnleitner y Juan Pedro Viqueira.
"Curiosamente -resaltan- los municipios con menor participación electoral son las grandes ciudades de Chiapas. Ahí sólo el 44% de los ciudadanos acude a votar.
Los investigadores destacan la migración a otros estados de la República o a Estados Unidos, como un factor que ha elevado artificialmente el abstencionismo.
Los casos extremo son Santiago El Pinar -que con mil 481 electores tuvo una tasa de participación de 90%- y Tuxtla Gutiérrez -en donde de los 322 mil 306 ciudadanos inscritos sólo votó el 37%-. Y eso es un porcentaje elevado, porque para las elecciones federales del 2015, la capital del estado registró una participación de 293,436 electores. El abstencionismo sumó el 71.1%.
El INE debe intervenir en Chiapas porque además de que las elecciones son caras, resultan ser elecciones de minorías. Y no sólo por eso es necesaria, urgente e inaplazable la intervención del INE en Chiapas. Su participación es imperativa porque además de la desconfianza en el árbitro electoral local (el IEPC), los procesos electorales suelen mantener vicios marcados (como las campañas adelantadas; la presunción de financiamiento de campañas por el narcotráfico) y otros vicios recurrentes que hacen dudar de los resultados finales, como el voto en blanco, la comprar voluntades, el acarreo masivo, el regalo de despensas, tortas y refrescos.
Por eso y más, la presencia del INE y la observación nacional e internacional son más que indispensables en Chiapas.