Un millón de amigos Destacado
- Escrito por Rodulfo Espinosa
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*Enoc no es Supermán ni tiene varita mágica para resolver los problemas, por eso convoca a la unidad
En un fenómeno que seguramente ya se revisa detenidamente, se ha convertido esa ocurrencia que se inicia con la simple declaración de “yo quiero tener un millón de amigos", pero que poco a poco se fue transformando en punto de unidad social para remontar entre todos los problemas de las comunidades; “yo quiero un millón de amigos”, la frase sin duda alguna tiene magia y recientemente se suman vecinos del Jobo a la asociación civil “Un Millón de Amigos con Enoc Hernández”.
Y es que vecinos del ejido el Jobo, de Tuxtla Gutiérrez, recibieron la visita del presidente estatal de la asociación civil Yo quiero tener un millón de amigos, Enoc Hernández Cruz, a quien le solicitaron su apoyo para gestionar ante las autoridades correspondientes la iluminación del campo de futbol y el arreglo de algunas calles que se encuentran en mal estado.
Junto a los integrantes de las brigadas de labor social que atendieron a niños y adultos con el corte de cabello y pinta caritas, el líder de Un Millón de Amigos convocó a todos los vecinos a participar en el comité ciudadano de gestión porque sus necesidades no se resolverán por arte de magia.
Hernández Cruz, se comprometió en apoyarlas en todas las gestiones que se tengan que realizar en materia de seguridad, alumbrado público, drenaje, agua potable, la iluminación del campo de futbol y el arreglo de las calles entre otros planteamientos de los propios vecinos de El Jobo.
Luego de entregar sillas de ruedas y bastones a personas de bajos recursos que requieren de estos aparatos funcionales, el dirigente de Un Millón de Amigos realizó un recorrido por la ranchería San Vicente donde recibió la invitación para asistir a la fiesta patronal el próximo 5 de abril.
Lo que viene haciendo Enoc, merece atención y desde luego respeto, porque por principio de cuentas no les miente ni se presenta como un Supermán, ni mucho menos como un mago portador de la varita mágica; por el contrario convoca a la suma de todos para hacer mas nuestra fortalezas y menos nuestras debilidades.
Así está la cosa, solo que hay muchas intenciones opuestas que quieren impedir que se vea, aunque la verdad la organización, vamos el esfuerzo ciudadano “yo quiero tener un millón de amigos”, se ha transformado en un llamado a la suma, a la conciencia de lo que puede hacer una comunidad que en lugar de confrontarse se suma y alcanzan unidos sus metas.