En la Mira Por: Héctor Estrada
- Escrito por Héctor Estrada
- ¡Escribe el primer comentario!
La exitosa defensa de los pueblos zoques contra la aplicación de la reforma energética en
su tierra es muestra fehaciente de la desconfianza social en los grandes proyectos energéticos instrumentados por el gobierno mexicano a lo largo de la historia, donde las experiencias de saqueo, devastación ambiental y marginación contrastante permanecen aún vivas en varios rincones de Chiapas.
La resistencia civil zoque contra la Ronda 2.2 de las licitaciones de la Secretaría de Energía (SENER) tiene argumentos sólidos de base. En palabras simples, ha buscado desde el inicio impedir la concesión de más de 84 mil hectáreas a empresas privadas para la búsqueda y extracción de hidrocarburos dentro de territorios con importante valor ecológico y cultural para los municipios en cuestión.
Este jueves la lucha emprendida parece haber obtenido el mayor de sus logros. La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) aprobó el 22 de junio eliminar dos áreas dentro de la zona zoque chiapaneca, que formaban parte de una licitación de contratos de hidrocarburos programada para julio, debido a una extensión del periodo de consultas con comunidades indígenas que habitan la región.
De acuerdo a la propia SENER, las áreas 10 y 11, ubicadas en el estado de Chiapas, con fuerte presencia indígena, ahora ya no formarán parte de la segunda licitación de la Ronda Dos, que subastará ahora 10 áreas en contratos de licencia el 12 de julio. Y es que, desde el miércoles por la tarde la propia Secretaría de Energía solicitó a la CNH eliminar esas dos áreas de la licitación y extender el plazo del diálogo con comunidades zoques y tzotziles a fin de llegar a acuerdos.
Desde 2016 la resistencia civil de las comunidades zoques en esta zona de la entidad chiapaneca tuvo sus primeras batallas ante las autoridades gubernamentales. La firma de minutas, exhortos, declaratorias de inconformidad y protestas públicas por una acción evidentemente unilateral se han convertido en las herramientas utilizadas durante los últimos meses para oponerse firmemente a la licitación de sus tierras.
La mediatización del caso y posición casi inquebrantable del grupo de resistencia tuvieron sus primeros frutos ante la indiferencia prolongada de la Secretaría de Energía, quien finalmente aceptó hace meses a la aplicación de una consulta dentro de las comunidades involucradas. Sin embargo, las malas experiencias y el descrédito de las autoridades federales han desatado la desconfianza en el procedimiento y las posibles mañas de fondo que podría traer a discreción.
Por eso la tan alardeada consulta tampoco ha podido concretarse. A mediados de abril funcionarios de la SENER que intentaban realizar el procedimiento en el ejido Viejo Lindavista, de Ixtacomitán, fueron prácticamente expulsados de la zona. Como resultado de la oposición a la consulta misma, hasta la fecha únicamente 15 habitantes han accedido a participar en las reuniones de la dependencia federal.
La resistencia civil dentro de la zona zoque chiapaneca es hoy el mayor ejemplo nacional de oposición a la reforma energética en México. La organización dentro de los municipios contemplados y la determinación para impedir la aplicación “sospechosa” de procedimientos federales han logrado lo que parecía imposible: la suspensión temporal de los trabajos de exploración y extracción de hidrocarburos en la región. Un logro que sienta precedente sobre lo efectivo que puede resultar la defensa organizada y decidida de la tierra en México… así las cosas.