Una plaga, pez diablo
- Publicado en Locales
- ¡Escribe el primer comentario!
· Obtener una tonelada de especies comerciales en condiciones normales, podría descender a 350 kilos por la presencia del pez
Froylán Esquinca Cano, Coordinador de Investigación de la Secretaría del Medio Ambiente e Historia Natural (SEMAHN), informó que tras la entrada del pez Diablo a Chiapas, en 2009, éste se ha convertido en una plaga, por lo que es urgente integrar una estrategia para su manejo y/o erradicación.
Dijo que los problemas que causa esta especie invasora se deben clasificar como serios por lo cual es necesario enfrentarlo integralmente y agregó que el pez ya se encuentra en infinidad de ríos. “Este espécimen ha impactado negativamente a sistemas dentro de cauces donde se han perdido animales nativos”, aseguró.
Ejemplificó que los daños provocados por el Pez Diablo llegan a afectar a la pesca de tal modo que obtener una tonelada de especies comerciales en condiciones normales, podría descender a 350 kilos por la presencia del hypostomusplecostomus (nombre científico del pez).
Esquinca Cano detalló que la situación no es privativa de Chiapas, pues se vive a nivel nacional. “Se necesita trabajar en varios proyectos, los cuales necesitan aplicación de recursos federales, tal y como México lo presentó en la Convención Mundial de Biodiversidad, donde explicó cómo enlazar a diversos sectores (Turismo, Pesca, Agricultura y Zonas Forestales), como parte de una estrategia para desarrollar los ecosistemas”, anotó.
Recordó que recientemente asistió a una reunión en la Ciudad de México con legisladores y funcionarios de dependencias relacionadas al ambiente, precisamente para analizar los casos de especies invasoras. “Es un tema que debemos enfrentar, pues daña a la dinámica de los ecosistemas y el aspecto económico-social como es la pesca”.
En este sentido, refirió que es igualmente importante concientizar a la población de cuidar los ecosistemas, pues si desaparecen éstos, el ser humano no tendría hábitat. “Los chiapanecos no podemos vivir sin su biodiversidad y es tan relevante que si perdiéramos la Sierra Madre, no existía el Grijalva”.
Adelantó que en búsqueda de preservar estos lugares, existen proyectos piloto para su conservación, los cuales deben buscar recursos que sean participativos para integrar a ellos a la sociedad en su conjunto“.